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Conferencias Fundacion Cantera-Ondare Babesa, S.L.

8 abril, 2010

Alfonso Vigil Escalera / Arqueólogo – Diario de Burgos 22-04-2010

«El patrimonio de Miranda es riquísimo y hay que sacarle partido»

La ciudad romana de Arce-Mirapérez, Cabriana y los restos del Castillo de La Picota han sido objetivo de investigación en los últimos años. Organizado por la Fundación Cantera, habló ayer acerca la relevancia de la necrópolis de Cabriana.

Vigil-Escalera trabaja para publicar una documentación acerca de la necrópolis de Cabriana.

Truchuelo

R.L. / Miranda

Guiado por el profesor Juan Antonio Quirós, arqueólogo que ha dirigido las excavaciones en el castillo de Treviño, Alfonso Vigil-Escalera (Gijón, 1963) incluyó en su tesis una interesante documentación acerca de la necrópolis de Cabriana. Convencido de que se trata de un yacimiento importante, trabaja ahora para conseguir que se publique al menos parte de la documentación arqueológica de antiguas campañas. Un material que actualmente está expuesto en el Museo de Burgos.
¿Qué trascendencia tiene esta necrópolis?
Es bastante similar a otras necrópolis tardías que antiguamente se llamaban necrópolis del Duero. Está la de La Olmeda en Palencia, también hay en Soria o incluso en Poza de la Sal. Son un grupo de necrópolis características de los primeros siglos altomedievales. Es interesante explorar en ellas el ritual funerario y las expresiones arqueológicas de Cabriana.
Entonces, uno de los aspectos de mayor relevancia son los rituales funerarios.
Necrópolis como la de Cabriana están siendo objeto de discusión. Hay especialistas que creen que son las últimas manifestaciones funerarias del mundo romano, mientras que otros, entre los que me encuentro, pensamos que son las primeras manifestaciones de sociabilidad aldeana, en el S. V, y formaría parte de un mundo posterior a las costumbres romanas. Cabriana está en una frontera muy particular, tanto en términos científicos como administrativos, al situarse entre Burgos y Álava.
¿Supone esto un problema a la hora de investigar?
No, pero sí que hay que decir que es un reto.
¿Se conoce a fondo este yacimiento?
No, pero no hay demasiados yacimientos que han suscitado el interés de la investigación arqueológica desde finales del siglo XVIII, prácticamente desde el momento en el que estaba naciendo la arqueología como ciencia. Ha habido un montón de hallazgos, luego sufrió fuertes deterioro pero en los años 70, Juan Carlos Elorza hizo unas campañas tanto en la villa como en la necrópolis en las cuales proceden un pequeño tesoro de monedas bajo imperiales y una documentación que nunca se ha llegado a publicar. Es un yacimiento relativamente olvidado y creo que tiene trascendencia más que suficiente para que tenga una edición digna de todos los trabajos que se han hecho en él.
¿Las administraciones hacen lo suficiente para posibilitar que se estudien este tipo de yacimientos?
Su papel no es tanto estudiarlas sino que sufran el menor deterioro posible. Luego ya es más responsabilidad de los investigadores el centrar más o menos su interés en ellos y buscar vías de financiación para que se puedan editar y socializar los restos que hay allí.
Miranda cuenta también con restos arqueológicos en Arce y la zona del castillo de La Picota.
El patrimonio es riquísimo. Miranda está situado en un lugar estratégico clave, desde la antigüedad hasta ahora mismo.
¿Cree que está desaprovechado este patrimonio?
No se trata de mirar hacia atrás sino de mirar hacia adelante y ver cómo se les puede sacar mayor partido y hacer que la gente de Miranda conozca realmente la riqueza patrimonial que tiene el municipio.
La nueva carretera del vial de Bayas pasa por encima de 4.000 metros de la ciudad romana de Arce, ¿qué opinión le merece esta actuación?
A veces no hay muchas opciones a la hora de realizar una obra que al final es de interés social. En ocasiones, urbanizaciones privadas causan los mismos o mayores daños pudiendo tener alternativos. Con la metodología existente ahora siempre se pueden hacer recomendaciones acerca de cuáles serían los trazados que menos afección causasen sobre el yacimiento y cómo evitarlas. Creo que en el trabajo hecho allí hasta ahora se han ido tomando las medidas de precaución que se suelen tomar al respecto.
¿La crisis está incidiendo de forma negativa a la hora de poder investigar?
Sí. La crisis siempre supone una merma, pero otra cosa es ver cuáles son las prioridades e intentar minimizar los daños.

Miranda, El Correo, 16-04-2010

Miranda tiene un patrimonio elevado pero su protección es «insuficiente»

Rafael Varón apuesta por aumentar las exigencias de la evaluación patrimonial a niveles de otras ciudades próximas

C. ORTIZ

Lo que de nuestro pasado ha llegado hasta nuestros días merece un reconocimiento. Miranda no es sólo una ciudad industrial, esconde restos artísticos de interés y eso es algo que la ciudadanía en general debería valorar aunque, hoy por hoy, parece difícil que así sea. No es muy optimista la visión del experto mirandés, Rafael Varón, que ayer habló de ‘La arqueología práctica en Miranda de Ebro: sombras y luces’, dentro de un ciclo organizado por la Fundación Cantera.
Tiene claro que «hay más patrimonio del que parece», pero, al mismo tiempo, lamentada que «a todo el mundo le da un poco igual». Al menos valora el hecho de que «al menos ahora hay normativa, en los años en los que no la había la destrucción ha sido brutal».
La primera actividad arqueológica registrada en la Junta es de 1999 y, desde entonces, se han sumando hasta 43, entre prospecciones y declaraciones de impacto ambiental; muchas de ellas a partir del año 2003. Nos mantenemos al mismo nivel que otras lugares de la provincia, lo que no significa que haya un grado de protección suficiente. En su opinión, no lo hay. «No te podrías construir un chalé en el castillo, pero sí en Arce Mirapérez, en el anterior plan de ordenación era urbanizable». Todo depende del reconocimiento de la zona.
Son el PGOU y el PERI los que delimitan determinadas zonas con interés arqueológico y, en Miranda, las exigencias de la evaluación patrimonial son inferiores a las de otros lugares. «En el Casco Viejo te piden que hagas la valoración arqueológica de entre un 5% y un 10% del solar en el que se va a actuar, mientras que en el caso de Álava el porcentaje se eleva al 30%, en Vizcaya más del 50% y en Burgos hasta el 90%», explicó Varón. Esto en la práctica supone que existe un plan especial de protección pero también todas las facilidades para poder construir.
Sin olvidar que estudiando una porción mínima del terreno es muy difícil adivinar cómo se ha ido generando la secuencia arqueológica. Se han hecho pocas intervenciones y muy separadas. A esto se suman situaciones excepcionales como la de la calle San Juan, donde hay algunas bodegas subterráneas donde se conservaba antiguamente chacolí y que no están documentadas históricamente. Ahí, cuando se va a hacer una obra se obliga a hacer «una valoración y no tiene sentido porque los registros arqueológicos ya han sido destruidos».
Pero hay casos más sangrantes. Varón no entiende que nadie se haya preocupado por proteger o señalizar el Confín de Castilla de las obras de la rotonda de la N-1, en Rivabellosa. «No se ha señalado ni un perímetro de seguridad y no creo que queden muchos en toda la región», zanjó.

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