21 noviembre, 2011
Tras la
publicación del primer número de Revista Arkeogazte/Arkeogazte Aldizkaria
(que se puede descargar en www.arkeogazte.org),
presentamos el segundo número que tendrá como tema monográfico “TEORÍA
Y PRAXIS ARQUEOLÓGICA”.
El plazo para enviar aportaciones tanto al monográfico como de temática libre y
reseñas de trabajos actuales (posteriores a 2007) finaliza el 1 de abril de
2012. Sugerimos que si alguien está interesado en publicar en este segundo
número, se ponga en contacto con el comité editorial enviando un pequeño
resumen (200 palabras) y un titulo provisional del trabajo.
TEORÍA Y PRAXIS
ARQUEOLÓGICA
La importancia de la teoría en la Arqueología como ciencia histórica
está fuera de toda duda, hasta el punto de que Johnson llega a afirmar que toda
Arqueología es teoría (JOHNSON,
2010 [2ª ed.]). De
hecho, tanto este como Trigger (TRIGGER,
2009 (2nd edition)), autores
de las dos síntesis sobre teoría arqueológica más populares, coinciden en
afirmar la importancia que están jugando los desarrollos teóricos en la
conformación de la Arqueología a principios del siglo XXI. Así, una vez se han
asentado las críticas por parte del postprocesualismo desde los años 80 y 90 (HODDER,
1988; SHANKS y TILLEY, 1992) parece
ya innecesario plantear el debate teórico únicamente en torno a dicotomías como
procesualismo vs. postprocesualismo o
sujeto vs. Objeto. Así, han ido surgiendo
en los últimos años numerosos debates y planteamientos teóricos que están dibujando
un mapa “multi-paradigmático” lejos de la homogeneidad planteada por Kuhn para
las ciencias duras (KUHN,
1990). Entre ellos podemos destacar, de forma muy resumida, el auge de la
etnoarqueología postprocesual (GONZÁLEZ
RUIBAL, 2003), los
planteamientos neo-marxistas en torno al poder y la dominación (MATTHEWS,
LEONE et al., 2002; MCGUIRE, 2008), la Arqueología simétrica (GONZÁLEZ
RUIBAL, 2007), las
Arqueologías críticas como la postcolonial o la arqueología de género (TRIGGER,
2009 (2nd edition): 457-460) o la revisión de antiguos paradigmas como el behaviorismo (SCHIFFER,
2011) o el neo-procesual (DOMÍNGUEZ-RODRIGO,
2008) a través de planteamientos como el “processual plus” (HEGMON,
2003).

Sin embargo, este panorama de
debate teórico parece no trascender más allá de pequeños círculos
“intelectuales” al discurso arqueológico mayoritario en el que se detecta un
auge de una arqueología empirista. Arqueología basada en la exposición de datos
que hablan “por sí solos”, sin una articulación teórica. Este parece ser el
planteamiento general de la inmensa mayoría de los estudios arqueológicos y
comunicaciones en congresos en los que la norma es la exposición supuestamente
acrítica de los datos, sin interpretación dentro de marcos teóricos coherentes.
Este panorama es más preocupante
si observamos el desarrollo teórico en Arqueología en la Península Ibérica en
la que, salvo pequeñas “islas” de discusión e importación de debates en otros
entornos académicos, el empirismo y positivismo más ingenuo es más que
hegemónico, pudiendo afirmar que, en muchos sentidos, nos encontramos ante una
especie de “esclerosis teórica” y falta de debate crónica. Son varios los
autores que han puesto de relieve la permanencia del historicismo-cultural en
los estudios arqueológicos peninsulares actuales (DÍAZ-ANDREU,
2000; FERNÁNDEZ GÖTZ, 2008). Las
razones de esto son complejas y se relacionan con la historia de nuestra
disciplina en el Estado, su tardía incorporación a debates externos, la falta de
contactos con otras academias y comunidades científicas o la escasez de
literatura teórica traducida al castellano, sumado a un limitado manejo de
idiomas extranjeros. Este fenómeno, bien asentado en la Academia, se transmite
a los jóvenes investigadores en Arqueología que asumimos un savoir-faire acrítico, lo que conlleva, entre
otras cosas, la ausencia de debate teórico suplido en muchos casos por un
debate nominalista en torno a las tipologías o la metodología.
Es por ello que, para este
segundo número de Revista Arkeogazte, proponemos
un monográfico bajo el título “Teoría y praxis arqueológica” en el que se
pretende fomentar el debate en torno a los marcos teóricos utilizados en la
investigación de jóvenes investigadores en Arqueología. Sin embargo, si
entendemos que toda teoría debe llevar a una práctica (praxis) no podemos
plantearlo únicamente desde el punto de vista teórico. Una crítica al empirismo
ingenuo no debe hacernos caer, siguiendo un “movimiento de péndulo”, en
posiciones puramente teóricas en las que los planteamientos conceptuales no
descansen sobre una base empírica metodológicamente fuerte y de calidad. Por lo
tanto, se plantea que los trabajos de esta sección monográfica deberían seguir
un esquema general en el que se contemplen los siguientes puntos:
- Introducción general.
- Planteamiento general del marco teórico (historiografía y
conceptos fundamentales)
- Aplicación a un caso arqueológico práctico y exposición de los
datos empíricos y metodología de estudio utilizada.
- Conclusiones e importancia que juega el marco teórico en el
estudio y en el panorama general de la Arqueología.
Por
otra parte, con el término “praxis” se quiere dar cabida a otro tipo de
discusiones y debates en torno a la forma en que la Arqueología como ciencia se
pone en práctica en un contexto social y económico concreto. Por ello, esta
sección monográfica también dará cabida a trabajos que reflexionen en torno a
temas como la Arqueología comercial, el Patrimonio Arqueológico o la
metodología de campo, estableciendo así un nexo con respecto al monográfico del
primer número.
Junto
al monográfico se vuelve a abrir tanto el espacio de Varia, en el que se publicará cualquier artículo de temática
arqueológica que será revisado por pares ciegos especialistas en los temas
propuestos, como el de Reseñas.
El
plazo de entrega finalizará el 1 de abril de 2012. Las normas de admisión
pueden consultarse en la página web de la revista (
www.arkeogazte.org) o solicitarse por
correo electrónico a
arkeogazte@gmail.com.
Bibliografía
DÍAZ-ANDREU, M. (2000). Historia de la Arqueología. Estudios.
Ediciones Clásicas. Madrid.
DOMÍNGUEZ-RODRIGO,
M. (2008): “Arqueología neo-procesual: “alive and
kicking””, Complutum 19 1: 195-204.
FERNÁNDEZ
GÖTZ, M. A. (2008). La construcción arqueológica de la etnicidad. Toxosoutos. A
Coruña.
GONZÁLEZ
RUIBAL, A. (2003). La experiencia del otro: una introducción a la
etnoarqueología. Akal. Madrid.
GONZÁLEZ
RUIBAL, A. (2007): “Arqueología simétrica: un giro teórico sin revolución
paradigmática”, Complutum 18:
283-319.
HEGMON, M. (2003): “Setting theoretical ethos
aside: issues and theory in North American archaeology”, American Antiquity 68 2: 213-243.
HODDER,
I. (1988). Interpretación en Arqueología: corrientes actuales. Crítica.
Barcelona.
JOHNSON, M. (2010 [2ª ed.]). Archaeological Theory: an
introduction. Wiley-Blackwell. Oxford.
KUHN, T.
S. (1990). La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura
Económica. Mexico.
MATTHEWS,
C. N., LEONE, M. P., y JORDAN, K. A. (2002): “The political economy of
archaeological cultures. Marxism and American historical
archaeology”, Journal of Social
Archaeology 2 1: 109-134.
MCGUIRE, R. H. (2008). “Marxism”
en A. R. BENTLEY, H. D. G. MASCHNER & C. CHIPPINDALE (Eds.) Handbook
of archaeological theories. Lanham: Altamira Press, 73-93
SCHIFFER, M. B. (2011): “A Behavioral
Archaeologist Responds”, Journal of
Archaeological Method and Theory 18.
SHANKS, M., y TILLEY, C. (1992). Re-Constructing
Archaeology. Theory and practice. Routledge. New York.
TRIGGER, B. (2009 (2nd edition)). A history
of Archeological Thought. Cambridge University Press. Cambridge.
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